En tiempos de confusión, ideas claras

Ernesto Silva

En las últimas semanas, y al parecer con la llegada del invierno, hemos vuelto a ver señales de políticas sombrías.



Desde la Concertación, hemos observado un viraje, muy violento y sistemático, de la ideología para avanzar de la izquierda (tal como el “avanzar sin transar”, de los 70’), que busca generar más y más poder en el Estado. Así, el bloque de oposición busca generar cada vez más lazos con el Partido Comunista, y el recién asumido presidente del PPD, Jaime Quintana, propone no sólo bloquear la búsqueda de acuerdos con el gobierno, sino también que la coalición se vuelque hacia la izquierda, algo que en la práctica ya se venía produciendo y que hemos podido apreciar en la manera en que se quieren intervenir los mercados financieros, en los duros ataques con que fustigan a las universidades privadas y en la forma que se quiere satanizar a los emprendedores, entre muchos otros ejemplos.

Lo más negativo de esta tendencia es que algunos de sus elementos no han sido recogidos sólo como ideas de izquierda, sino que hay muchos también en la centroderecha que han querido subirse a esta ola de confusión, teniendo malas y añejas ideas.

Ahí está, por ejemplo, la discusión sobre el sistema binominal, donde algunos quieren, al parecer, simplemente preocuparse de aumentar la cantidad de legisladores, o bien criticar como un slogan el sistema político que -dicho sea de paso- le ha dado una gran estabilidad al país, sin proponer una alternativa para Chile. Vemos de nuevo confusión, en especial en Renovación Nacional y sus parlamentarios, que prefieren reunirse con la DC o el ex presidente Ricardo Lagos antes de sentarse a conversar con sus socios de conglomerado y con su propio gobierno.

Si sumamos a esto lo sucedido con la discusión del salario mínimo, donde (de nuevo) parlamentarios de RN y de la coalición de gobierno piden un alza de salario mínimo cercana al 10% y similar a la que en el gobierno de Eduardo Frei provocó desempleo superior al 10%, otra vez somos testigos de la confusión de algunos sectores políticos.

Considerando los hechos que han marcado la historia política del Chile reciente, todo indica que en tiempos de confusión se necesitan ideas claras, se necesita transparencia y verdad, convicción para defender las ideas, con respeto, pero fuerza, buscando siempre el diálogo que propicie la construcción de acuerdos.

En este contexto, al analizar lo que está sucediendo en Chile en las últimas semanas, queda claro que cada día se gira más hacia la izquierda. Se requieren liderazgos potentes e ideas claras para hacer frente a esta marea de ideología. Hoy en Chile, la UDI está llamada a ser la única opción real a la izuierda.

Enfrentados, por tanto, a las discusiones de reforma tributaria, de salario mínimo, de desempleo y de tantas otras políticas públicas que requieren de consensos mínimos para convertir a Chile en un país más justo, con mayores oportunidades para todos, sin pobreza, el llamado es a debatir con claridad en las ideas y convicciones. Dejemos atrás las frases “para la galería” y volvamos a pensar en lo que nos puso en el lugar que estamos hoy. Seamos consecuentes.